Los padres de ellas

Acaba de volver a las librerías ‘Ropa tendida’, el excelente debut de Eva Puyó (Zaragoza, 1976). La reedición coincide con el vigésimo cumpleaños de la editorial Xordica. Eva Puyó habla de una familia de tres hermanos en el barrio de La Jota, el padre tiene un peso especial en el emocionante retrato familiar que se detiene en los detalles cotidianos para captarlos en su singularidad y belleza. El libro sigue a la hermana mediana mientras cumple con varios ritos de paso de su educación sentimental: novios, exnovios, el carné de conducir o el piso en propiedad.

Esa segunda vida de ‘Ropa tendida’ me hizo pensar en un estupendo libro de Isabel Bono (Málaga, 1964): ‘Mi padre’ (Aullido libros, 2008), que reúne a modo de lista algunas cosas que hace su padre: “Mi padre hacía listas en tarjetas perforadas de ordenador que traía del trabajo”; “Mi padre dice que el culo de una mujer debe sonar como una sandía madura”; “Mi padre nunca usa el término puta, usa ‘aventurera’. Mi padre se enamoró de una chica que vio en el tranvía, como estaba haciendo la mili y esa noche estaba de guardia, dice que veló, como Don Quijote sus armas, la rosa que iba a regalarle a la mañana siguiente, pero que la chica resultó ser una aventurera”. Es un retrato impresionista, fragmentario, leve y emocionante, una especie de biografía entre líneas.

Bono no ha dejado de escribir ni de publicar -en 2010 apareció ‘Ahora’, en Prensas Universitarias de Zaragoza-. En ‘Cahier’ (Baile del sol, 2014) recupera recortes de “palabras ajenas” que fue pegando en un cuaderno durante un año (lo que le costó llenarlo). Empezó porque tenía la sensación de las palabras le “habían abandonado”. Al completarlo, comprueba lo que sospechaba: “había recortado mis propias palabras” y con ellas compone poemas que a veces parecen aforismos, como este: “el deseo / más poderoso / es nuestra única / historia / queramos o no”.

Lena Dunham (Nueva York, 1986), directora y creadora de la serie ‘Girls’, también le dedica unas cuantas páginas a su padre, un artista que “pinta cuadros sexualmente explícitos”. En ‘No soy ese tipo de chica’, Dunham reúne textos autobiográficos donde habla de su relación con el sexo, con su cuerpo, con la comida, con la amistad y con el trabajo. Tiene pasajes divertidos y destila frescura, pero en el conjunto pesa una sensación de apresuramiento y cierto descuido en la escritura. Aun así, tiene pasajes bonitos, como cuando Dunham confiesa que  “la mayor sensación de felicidad que he conocido es la de que se abriese la puerta en casa de una amiga para revelar a mi padre, con su abrigo de ‘tweed’, que venía a rescatarme de una horrible sesión de juegos”.

*Bañera publicada el domingo 2 de noviembre de 2014.

**Foto de Stephen Shore, tomada de aquí.