Xm, in memoriam
Es miércoles. Hemos rodado el videominuto en un tiempo récord. Barreiros no está en la cárcel y tenemos un comprador para el coche. Lo llamé y me dijo que podía recogerlo hoy. Compré billetes de avión para el jueves.
Hay que lavar el coche. Vamos a comprar merienda y un par de estropajos. Vaciamos el cenicero. Hace unos tres meses que arrancamos los embellecedores del salpicadero y nunca le quitamos el pegamento. Sólo Barreiros lo consigue.
Esperamos a que nos llame el vendedor. Barreiros y Germán juegan un España-Argentina en la play station. Julio, Merche y yo hablamos. Me ponen al día de los cambios en Viridiana, la compañía de teatro en la que trabajaba Merche y que me llama de vez en cuando.
Suena el móvil de Germán. Es el comprador. Nos esperan junto al coche. Bajamos rápido. Llueve. Cruzamos la calle y llegamos al coche. Entramos. Barreiros y el comprador se sientan delante, su mujer y yo detrás.
Merche, Julio y Germán se quedan fuera. Están en un portal, sin paraguas y vigilan no sé muy bien qué.
Relleno los papeles de la venta. Barreiros le da las facturas del coche y la carta gris. Firman y la mujer me da el dinero. Lo cuento dos veces y se lo doy a Barreiros.
Todo ha ido sorprendentemente bien. Se han llevado el coche en un camión grúa. Barreiros dice que nos hemos quitado un marrón de encima.
Entramos en el supermercado a comprar cervezas. Barreiros y Germán tienen que jugar la prórroga.