Galería de seres a la deriva

 

‘La vida interior de las plantas de interior’, libro de cuentos que acaba de publicar Patricio Pron (Rosario, 1975), debe su título a un equívoco sobre un disco inexistente de Stevie Wonder que luego resultó ser un documental basado en un libro sobre la vida secreta de las plantas. Esta anécdota comparte uno de los mecanismos y de las constantes del libro: casi todo sucede por azar.

Hay una actriz porno que huye de su pasado, un escritor que es jurado de un premio literario, una dependienta de floristería que nunca ha cogido a un bebé, un perro atropellado y otro que ha sido modelo de Picasso, un accidente de coche que tiene como testigo a un niño, una peluca que ha pasado por muchas cabezas –casi todas desgraciadas-, una relación de amor a distancia con final infeliz y toda una galería de personajes heridos que tratan de salvarse o que esperan que alguien o algo los salve.

Los cuentos dialogan entre sí a través de resonancias y relaciones subterráneas que enriquecen el conjunto, pero también cada una de las piezas de manera individual. Hay varios en los que aparecen escritores que protagonizan su propio momento de debilidad y que encierran reflexiones sobre la propia literatura: “había personajes que merecían vivir más allá de la autoridad y de la misma existencia de sus autores”, y en otro de los cuentos: “[los autores] son tan imaginarios como sus personajes o las tierras que imaginan y pueblan”. El perro al que Picasso pintó en 54 ocasiones dice en el relato que protagoniza: “Nadie debería ser retratado nunca”.

Pron aborda la fragilidad desde distintos puntos de vista y a través de diferentes personajes, y también explora diferentes estructuras de relato: a veces lo plantea en orden inverso, como sucede en “Como una cabeza enloquecida vaciada de su contenido”; en “El cerco” presenta a diferentes personajes en un mismo instante siendo partícipes en mayor o menor grado de un suceso. “Algo de nosotros quiere ser salvado”, en cambio, es un relato escrito sin un solo punto seguido.

Entre la perturbación y la desgracia hay sitio para el humor y la ironía, que aparecen claramente en los cuentos protagonizados por escritores, pero no solo, también en “La explicación” y “La cosecha” hay destellos de humor entre lo perturbador y lo triste. “A pesar de su ingenuidad y de su juventud, A. parece haberlo entendido ya todo, y es feliz con su vida de escritor que nunca ha escrito una sola línea”, dice el narrador en “Trofeos de amantes que han partido”, una sátira sobre los parásitos del mundo literario. El narrador presenta con ternura y piedad a L., la protagonista de “El nuevo orden de la última lluvia”, en su viaje errático por Europa en el que busca empezar de cero y piensa largas cartas para la hija que ha dejado en California que nunca llega a escribir.

‘La vida interior de las plantas de interior’ es un sobre los pequeños e invisibles hilos que nos conectan y sobre lo caótico del azar. Es un libro en el que está contenida la belleza de la fragilidad de la vida.

*Reseña publicada el jueves 7 de febrero en ‘Artes&Letras’, de Heraldo de Aragón.

 

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