El profesor Jabugo imparte un monográfico sobre las biografías noveladas. El curso de doctorado se llama “(auto)biografías modernas”. La primera clase me la perdí porque tenía bolo o trabajaba en el bar. Así que sólo acudo a la segunda y última sesión. Hace bastante calor.

El profesor Jabugo da una asignatura con un nombre imposible: “Introducción al comentario de textos Hispanoamericanos”. La hice en segundo porque era obligatoria y me aburrí mucho.

No es mejor dando clase en el doctorado. Primero comenta la biografía del duque de Osuna que escribió Antonio Marichalar. Luego dice que nos va a leer una conferencia sobre Doña Juana la loca deRamón Gómez de la Serna. Dice que si va demasiado rápido, podemos pararle.

Al final de la clase dice que podemos hacer preguntas. Nadie dice nada. Por fin, la que está a mi lado pregunta si el género ha tenido continuidad, si se sigue cultivando hoy.

-¿Te refieres a si en la actulidad se siguen escribiendo biografías noveladas? -matiza el profesor -Porque si es así, no te puedo responder. Es que yo no leo a mis contemporáneos.-concluye.

-Perdona -le digo- esto que acabas de decir, es en serio o es una broma -pregunto convencida de que es un chiste.

-Lo digo completamente en serio. -responde el profesor- Todavía me queda mucho Dickens por leer. -como si eso justificase su decisión.

Me dan ganas de levantarme y decirle que yo no escucho a mis contemporáneos. Espero a que acabe y recojo mis cosas.