Desnuda

Aliaa Elmahdy es una estudiante egipcia que hace casi un mes decidió colgar en su blog una foto en la que aparecía completamente desnuda frente a la cámara, con unas medias y unos zapatos rojos. Aliaa escribió: “Quitaos la ropa y miraos en el espejo, quemad vuestros cuerpos que desdeñáis y desprendeos de vuestros complejos sexuales para siempre, antes de lanzarme acusaciones racistas o negarme la libertad de expresión”, en una protesta contra una idea del mundo en el que el sexo y la mujer se desprecian. En su blog (arebelsdiary.blogspot.com) puede verse su foto así como algunas de las reinterpretaciones que ha tenido por todo el mundo en señal de apoyo.

A pesar del proceso de transición que parece vivir Egipto, Aliaa está amenazada y perseguida. En una entrevista en CNN, Aliaa afirmaba que quería desvincularse del Movimiento del 6 de abril, el grupo que se hizo fuerte durante la revolución egipcia, porque ella es atea. Decía que le interesa el arte, la fotografía y expresar sus pensamientos a través de lo que escribe; contaba que perdió la virginidad a los dieciocho años y que mantiene relaciones sexuales de manera habitual con su novio Kareem Amer, también bloguero, que fue condenado a dos años de prisión en una cárcel de máxima seguridad por criticar al Islam y por difamar al entonces presidente Mubarak.

Aliaa viene a engrosar la lista de mujeres vergonzosamente amenazadas por hablar más de la cuenta, por negarse a que la religión dicte las normas de la convivencia y de la moral de todos, por rechazar una prenda humillante, por reclamar el derecho a la enseñanza, al amor, al sexo y al respeto; por reclamar libertad. Y no solo se persigue a mujeres. Son ya demasiados los nombres que llenan esas listas: la somalí Ayaan Hirsi Ali, los iraníes Marjane Satrapi y Jafar Panahi, el marroquí Abdela Taia, el chino Ai Weiwei, o el británico Salman Rushdie, y ahora Aliaa Elmahdy, y solo son una muestra.

Hace apenas unas semanas, la redacción de un semanario cómico, ‘Charlie Hebdo’, fue quemada en represalia por una portada en la que se burlaban del Islam y de la ley de la Sharia. El semanario respondió en la portada del siguiente número con una caricatura en la que aparecían el dibujante francés Luz y un musulmán besándose en la boca bajo el lema “el amor es más fuerte que el odio”.

Con su desnudez, Aliaa nos iguala a todos y universaliza su protesta. Al fanatismo solo se le puede vencer sabiendo que aunque los besos no apaguen incendios, no podemos ceder ni un milímetro ante el fanatismo: la risa y el amor (no solo los nuestros, también los de los otros) son nuestras armas.

*Columna publicada el 11 de diciembre de 2011 en ‘Heraldo Domingo’.

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