Personajes en busca de identidad

Una mujer no quiere tener hijos. Otra mujer tiene dos. Las dos están casadas, incluso felizmente casadas. Las dos tienen secretos. Una es una abogada de éxito. Otra trabaja en una ONG. Una siente la presión del resto del mundo obligándola a tener hijos. La otra tiene la familia ideal y ha medrado tras cambiarse el nombre y alejarse del barrio de su infancia. La otra sigue viviendo en el noroeste de Londres, donde se crió, fuma porros con su vecino y se tumba en la hamaca del jardín comunitario mientras en la radio una mujer habla. Una de las dos se toma la píldora a escondidas de su marido, que quiere tener hijos. La otra mantiene relaciones sexuales con desconocidos que le escriben a través de una página de contactos. Las dos mujeres son amigas, se han criado en el mismo barrio, conocen a sus familias, a sus madres, han ido juntas al instituto, se han visitado en la universidad y ahora se siente un poco alejadas una de la otra. Pero se saben cómplices y, en el fondo, son su único interlocutor. Natalie y Leah son las protagonistas de ‘NW London’ (Salamandra, 2013), la estupenda novela de Zadie Smith (Londres, 1975).

Desde su debut en 2001 con ‘Dientes blancos’, Smith no ha dejado de recibir elogios y premios. Afincada en EE.UU. desde hace diez años, vuelve a su Londres natal para trazar un retrato del que fuera su barrio, pero va mucho más allá de la mera plasmación del Londres obrero: es una novela profunda y ambiciosa sobre el mundo en el que vivimos, sobre la identidad, sobre el estancamiento social, sobre tomar decisiones y ser quien queremos ser, en caso de que lo sepamos. ‘NW London’ ha llamado la atención por el giro estilístico y formal que ha dado con respecto a sus anteriores obras: ya no es una novela escrita a la manera clásica, siguiendo la tradición decimonónica, hay cierta experimentación en cuanto a las voces, tonos y los puntos de vistas. La estructura de los capítulos, por ejemplo, cambia en estilo y longitud según el personaje cuya perspectiva y voz adopta el narrador. Zadie Smith ha escrito un libro ágil, que permite al lector proyectarse en los deseos y frustraciones de sus personajes, a los que nunca se mira por encima del hombro, y que retrata de manera impecable la amistad femenina, las tribulaciones y los deseos y temores de las mujeres, sin estridencias y sin hacer una bandera de eso.

El primer capítulo del libro, ‘visitación’, está dedicado a Leah: no quiere tener hijos, pero no quiere confesárselo a su marido. Disfruta de la compañía de su perra y del sexo con su marido. Leah toma una mala decisión al principio de la novela: abrir la puerta a una joven aparentemente desesperada que le pide dinero para un taxi. Le hace creer que han ido al mismo instituto, cosa que podría ser falsa, y Leah cae en la trampa. Desencadenará también un deseo de venganza y de justicia en Leah y Michel, que se rebelará como menos valiente de lo que dice ser. Félix, un jamaicano hijo de un padre alcohólico y porrero, examante de una drogadicta, es el protagonista de ‘invitado’. Felix está decidido a reformarse, a encontrar un trabajo y a hacer feliz a Grace. Felix visita a su padre, que le da una serie de consejos sobre conservar el amor: “¡Si quieres a alguien, dale libertad! Pero, eso sí, nunca te líes con una española, te lo aconsejo muy en serio. No son racionales”. Seguimos a Felix en su paseo por el barrio, como un Ulises moderno que se despide de lo que ha sido su vida hasta ahora, y lo seguimos también en sus reflexiones: “Si esperas el tiempo suficiente, las películas se hacen realidad. Y todo el mundo actúa como si no pasara nada”, dice en relación a los cambios en las maneras de relacionarnos. Dejamos a Felix para entrar en el mundo de Natalie, antes conocida como Keisha, en ‘anfitriona’, el capítulo que más me ha gustado del libro: escrito a la manera de una lista, se adentra en la intimidad del pensamiento de Natalie, un personaje que esconde más claroscuros que los que su amiga Leah puede imaginar. El epígrafe número 21, cuyo título es ‘Jane Eyre’, dice: “Siempre que se metían con ella, a Keisha Blake le resultaba útil recordar que si leías la literatura relevante o veías las películas pertinentes pronto descubrías que ser puteada era, a todos los efectos, el signo de una personalidad superior, y cuanto más intenso el puteo, más probable resultaba el desquite durante la segunda parte de la vida […]”. Quedan aún dos capítulos breves: ‘travesía’, un recorrido nocturno y alucinado por el barrio, y ‘visitación’, que cierra la novela como se abría: en casa de Leah. ‘NW London’ habla de asuntos universales como la construcción de una personalidad y de una vida, del drama de la identidad y de las frustraciones a partir de personajes concretos; es decir, hace lo que se espera de la buena literatura.

‘NW London’, Zadie Smith, Salamandra, 2013.

Traducción de Javier Calvo, 376 páginas.

*Reseña publicada en el suplemento ‘Artes&Letras’, de Heraldo de Aragón, el jueves 16 de enero.

One comment

  1. Pingback: Personajes en busca de identidad | Mots Muts Na...

Post a comment

You may use the following HTML:
<a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>