Quiniela

Esta noche se entregan los Goya, unos premios importantes, porque son un acontecimiento en sí mismo y, además, porque a veces ponen el foco en películas que habían pasado sin pena ni gloria y más bien atropelladamente por la cartelera. Suele ser una oportunidad para que el sector se reivindique. Y un momento de lucimiento o catástrofe de los presentadores. Se les suele restar importancia, siempre y cuando el ganador sea otro, como suele hacerse con los premios.

Por supuesto, los galardones suelen ser discutibles y no siempre estamos de acuerdo con ellos. A veces se premia el éxito de taquilla por encima de la calidad. También se dice que parte de los académicos vota de oídas; quiero pensar que es una minoría. En las nominaciones de este año, por ejemplo, hay algunas injusticias: la ausencia de ‘Gente en sitios’, de Juan Cavestany, una película desconcertante y nada complaciente con el espectador, por ejemplo. Su ausencia ha sido una de las grandes sorpresas, quizá porque se presentó como la película revelación en la prensa y el entusiasmo de la crítica no ha sido respaldado en la Academia ni en las salas, me temo. O que entre los nominados a actor revelación esté Javier Pereira, que hace ya ocho años protagonizó ‘Tu vida en 65’’, de María Ripoll, o ‘La bicicleta’, de Sigfrid Monleón. Me molesta esa nominación como me molestó el año pasado la de ‘Blancanieves’ a Mejor Guión Original, que finalmente se llevó. Tal vez soy una malpensada al creer que estaba basada en un cuento popular y el asunto de la manzana, la madrastra, el cazador y los enanitos fuera mera coincidencia.

Me gustaría que Fernando Franco se llevara el de Mejor dirección novel por ‘La herida’, una película sostenida por Marian Álvarez y los matices delicados y sutiles de su trabajo; espero también que se lleve el premio a mejor actriz, aunque sea en perjuicio de Nora Navas, que hace un trabajo magnífico en ‘Todos queremos lo mejor para ella’, la segunda película de Mar Coll, que merecería, a mi juicio, más nominaciones. Si ‘Vivir es fácil con los ojos cerrados’ se hiciera con el de música original –creo que ese lo tiene casi ganado–, actor –Javier Cámara–, actriz revelación –Natalia de Molina está maravillosa–, guión, dirección y película,  mi alegría sería completa. Supondría una segunda vida para una película luminosa, que habla de un momento gris y que, a pesar del riesgo, no está edulcorada. Puede que ‘La herida’ se lleve el de Mejor Película: es dura y valiente y no le pone las cosas fáciles al espectador, y por eso me gusta. Que se cumpla mi quiniela, y mis deseos, totalmente es mucho pedir y estoy dispuesta a hacer algunas concesiones. Además, hay que tener cuidado con lo que se desea porque puede cumplirse.

*Bañera publicada el domingo 9 de febrero en Heraldo domingo.

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