Ojos verdes
Sara tiene seis años y los ojos verdes más grandes del mundo. Es una mujer fatal desde que nació.
Sara es una versión mejorada, en mucho, de su hermana quince años mayor. Entre Sara y su hermana hay quince años, dos hermanos y mil kilómetros: La hermana de Sara está en París prolongando un erasmus.
A principios del verano la hermana de Sara vuelve a Zaragoza unos días. Sara va a buscarla a la estación con su madre y no se separan un segundo. Sara está contenta y responde a las preguntas de su hermana, que quiere saberlo todo.
Sara acompaña a su hermana a depilarse, toman helados, van a un festival de danza, recorren la ciudad y vuelven a casa cansadas.
Sara y su hermana van a comer juntas a la piscina. Se ponen crema aunque Sara ya está morena. La hermana de Sara se ha quemado.
En el autobús miran a los chicos. La hermana de Sara le pregunta si le parece guapo el negro. A Sara le parece feo. Su hermana quiere aprovechar para hacer un discurso sobre la igualdad y contra el racismo. Sara sentencia que le parece feo porque es feo y se ríen.
Sara le dice a su hermana que es su mejor amiga en el mundo. Le ayuda a elegir la ropa después de la ducha. Sara le pide a su hermana que le corte el pelo. A pesar de los trasquilones Sara se ve mucho más guapa.
Van juntas a comprar el billete de autobús y toman café con una amiga de la hermana. La amiga va acompañada de su hermano que mira a las chicas impresionado por el parecido. A Sara le gusta parecerse a su hermana. A veces se pinta una peca encima del labio, como la que tiene su hermana.
Sara ayuda su hermana a hacer la maleta. Se le escapan las primeras lágrimas. En la cocina su madre prepara un bocadillo para el viaje. Sara y su hermana rompen a llorar y al verse les da un ataque de risa. Sus hermanos les cantan “No woman, no cry”.
En la estación la hermana de Sara la mira a través del cristal con la promesa de verse en París playa.